El pasado diciembre, el aeropuerto de Gatwick, el segundo más importante del Reino Unido, tuvo que ser cerrado durante casi un día y medio debido a que las autoridades detectaron drones desconocidos que sobrevolaban cerca de la pista. Esto afectó a más de 800 vuelos y un total de 120.000 pasajeros. Fuerzas militares y francotiradores de la policía debieron desplegarse en el área; un hombre y su esposa fueron detenidos en relación con el caso.
La situación pudo controlarse gracias al despliegue de un sistema de la firma israelí Rafael Advanced Defense Systems, denominado Drone Dome (“Cúpula de Drones”). El equipo está diseñado para proteger instalaciones militares y otros espacios sensibles. De acuerdo con una descripción de la citada empresa, Drone Dome es “un sistema innovador diseñado para proveer una defensa efectiva del espacio aéreo contra drones hostiles, empleados por terroristas y criminales para llevar a cabo ataques, colectar información de inteligencia y otras actividades peligrosas”. El sistema ofrece una cobertura circular de 360 grados, se puede utilizar desde estaciones fijas o móviles, y es capaz de detectar, rastrear y neutralizar rápidamente vehículos no tripulados clasificados como amenazas.
El equipo utilizado por los británicos puede interferir las comunicaciones de radio para impedir que los drones puedan operar; otras versiones están dotadas de armas láser para destruirlos. Drone Dome ha sido empleado también en Iraq y Siria.
Poco antes, las autoridades de Argentina habían utilizado otra tecnología israelí denominada Drone Guard, de la firma ELTA Systems —subsidiaria de Israel Aerospace Industries (IAI)—, para proteger a los líderes mundiales presentes en la cumbre del G20 en Buenos Aires, así como los Juegos Olímpicos de la Juventud que también se celebraron en la capital rioplatense. Según reportes, Drone Guard bloqueó varios artefactos que intentaban sobrevolar la sede de la cumbre y hoteles donde se hospedaban los dignatarios.
Pocos días después de lo ocurrido en Gatwick, el ministro de Defensa británico Ben Wallace publicó un artículo sin precedentes en el Sunday Times, en el que advirtió que las agencias de inteligencia británicas han descubierto que el grupo terrorista al-Qaeda planea utilizar nuevas tecnologías para derribar aviones de pasajeros y atacar otros objetivos, entre ellas drones cargados con explosivos.