E n la noche del séder tomamos cuatro copas según el orden de la Hagadá. Algunas personas usan vino y otras jugos de uva. Según algunas opiniones, el vino debe ser tinto mientras otras consideran que es suficiente con que sea dulce. Sin restar importancia a las diferentes costumbres, surge la pregunta: ¿Por qué bebemos cuatro copas? Existen varias respuestas para ello. La más conocida corresponde a lo escrito en Talmud Yerushalmi, donde dice que las cuatro copas simbolizan los cuatro términos de la redención que aparecen en el libro Shemot, cuando Hashem promete sacar al pueblo judío de Egipto. Estos son: vehotzéti, vehitzálti, vegaálti velakajti.
Estamos conscientes de que estos cuatro términos no son un juego de palabras sino un mensaje que nos trasmite la Torá. La redención de Egipto fue gradual con lo que pretenden señalar los cuatro conceptos de la redención.
El primero, “Te sacaré”, indica que el pueblo fue liberado de la tortura física pero seguían trabajando para los egipcios. Luego, “Te salvaré de su trabajo” marca otro avance de la redención en donde fueron liberados del trabajo realizado para los egipcios, pudiendo prepararse para la salida. El siguiente, “Te redimiré con brazo extendido”, dice la Torá que el pueblo fue librado espiritualmente, disfrutando de una libertad religiosa para cumplir con el festejo de la liberación. Culmina la Torá con el cuarto término, “Y te tomaré como mi pueblo”. Aquí es donde dice Hashem que ser completamente libres representa conformarnos como pueblo.
En conclusión, la redención consistía en librarnos físicamente del sufrimiento y de la dependencia económica de nuestros enemigos; posteriormente hemos disfrutado de una independencia espiritual, individual y como pueblo.
Dice la Hagadá: “Bejol dor vador…”, de generación en generación todo judío debe sentirse como si él mismo saliera de Egipto.
En nuestro caso, todo judío debe sentir que su identidad judía debe contener los aspectos de una libertad: ser libre físicamente siempre y cuando esté dispuesto a aplicar esta libertad a su vida espiritual, aceptando los lineamientos de la Torá; todo esto cuando se siente parte de un pueblo con los compromisos que nos llevan a fortalecernos como tal.
Pésaj tiene la dicha de ser festejada por la mayoría del pueblo judío y, Beezrat Hashem, seamos testigos de los días en donde el shabat, kashrut, taharat hamishpajá, guemilut jasadim y otras mitzvot reinen en nuestros hogares.
¡Pésaj kasher vesaméaj!
*Director de Estudios Judaicos del Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik”