La película israelí-francesa Synonymes, del director Nadav Lapid, se llevó el primer premio en la 69ª edición de la Berlinale (Festival de Cine de Berlín); se trata del primer Oso de Oro que obtiene el país.
La producción, de tipo absurdo y ampliamente autobiográfica, cuenta la historia de un israelí que se muda a la capital francesa para huir de la tensa situación política en su país.
Un jurado encabezado por la actriz francesa Juliette Binoche eligió la película entre 16 participantes, en el primero de los más importantes festivales de cine europeos del año. Ambientada en París, está protagonizada por Tom Mercier en el papel de Yoav, quien se niega a hablar hebreo y siempre lleva un diccionario de idioma francés mientras intenta echar raíces y crear una nueva identidad para sí mismo.
Lapid dijo al aceptar el premio que algunos en Israel podrían estar “escandalizados” por la película, “pero para mí este filme también es una gran celebración; una celebración, espero, también del cine. Espero que la gente no vea esta película tan solo como una especie de declaración política áspera o radical, porque no lo es”, señaló a los periodistas, describiéndola como “una declaración humana, existencial y artística”.
El filme, que profundiza en la profunda ambivalencia del joven Yoav acerca de su país natal, Israel, y de su patria adoptiva, Francia, ha dividido a los críticos.
Lapid agrega: “Espero que la gente entienda que la furia, la rabia, la hostilidad y el odio son solo hermanos gemelos de un fuerte apego y emociones poderosas”.
El último israelí en ganar un premio en la Berlinale fue el cineasta Joseph Cedar, quien en 2007 recibió el Oso de Plata como mejor director.
Synonymes es el tercer largometraje de Lapid, cuya anterior película, The Kindergarten Teacher, se ha vuelto a producir en Estados Unidos protagonizada por Maggie Gyllenhaal.
El sitio web Indie Wire califica a Synonymes como “una sátira deliberadamente de confrontación que se burla de su propia identidad israelí, de la cultura de Francia, donde Lapid vivió a principios de este siglo; de y diversas convenciones de cine de arte”.
En la historia del cine israelí, que es reflejo de una sociedad altamente autocrítica, las películas más premiadas suelen ser las que destacan los aspectos más negativos o absurdos del país.
Con información de The Times of Israel