Actualmente se está construyendo una nueva necrópolis subterránea en Jerusalén, para tratar de aliviar la inminente escasez de tumbas para los judíos en la capital israelí.
El laberinto de kilómetro y medio de largo, con 23.000 cámaras funerarias que recubrirán las paredes y el suelo, fue perforado en la ladera del cementerio judío principal de la ciudad, Har Hamenujot en Guivat Shaúl, que se está quedando sin espacio.
Imagen artística del cementerio subterráneo una vez terminado. En la antigüedad hubo también necrópolis de este tipo en Israel, específicamente uno en Beit Shearim que data del siglo II de la era común.
(Foto: Rolzur)
Hevra Kadisha, el grupo principal que supervisa los entierros judíos en Israel, ha invertido unos 300 millones de shékels (86 millones de dólares) en el proyecto, que espera alivie la presión sobre los cementerios de la ciudad.
Docenas de cementerios en Israel ya han cerrado sus puertas a nuevas sepulturas.
Las primeras 8,000 tumbas subterráneas estarán listas en pocas semanas. «De acuerdo con nuestro plan, después de que terminemos la primera etapa de 23.000 tumbas, probablemente tendremos suficiente espacio para continuar cavando bajo tierra», dice Hananya Shajor, director del capítulo local de Hevra Kadisha. «Continuaremos desarrollándolo si la gente acepta este nuevo método de enterramiento».
Con información de Israel Hayom y The Times of Israel