Ash Obel*
El Congreso Judío Mundial se pronunció este 24 de abril contra el asediado banco Credit Suisse, después de que despidió a dos especialistas judíos contratados por la corporación para investigar sus vínculos con funcionarios nazis antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, y pidió que los funcionarios sean restituidos a sus cargos.
El banco, con sede en Zúrich, Suiza, contrató al ex fiscal federal de EEUU Neil Barofsky y al ex enviado especial para monitorear y combatir el antisemitismo, Ira Forman, para investigar las acusaciones de larga data de que el banco administró cuentas pertenecientes a funcionarios nazis.
“El Congreso Judío Mundial está preocupado” por los despidos, dijo el vicepresidente ejecutivo, Maram Stern, en un comunicado. “Dadas las repetidas garantías del banco suizo en las últimas décadas de que estaba comprometido con la total trasparencia respecto a sus actividades durante y después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, estamos profundamente decepcionados de que Credit Suisse despidiera abruptamente a estas muy respetadas personas, que estaban trabajando para crear un informe completo que detalle las deficiencias del banco. Hacemos un llamado a Credit Suisse para que reincorpore de inmediato a Barofsky y Forman, y les brinde su plena cooperación para completar la tarea asignada. De lo contrario se pondrá en duda la buena fe del banco”, señaló Stern.
Los legisladores estadounidenses acusaron la semana pasada a Credit Suisse de limitar el alcance de la investigación interna sobre sus clientes nazis y cuentas vinculadas a nazis, incluyendo algunas que estuvieron abiertas hasta hace pocos años.
Sede central de Credit Suisse en Zúrich (Foto: Wikimedia Commons)
Credit Suisse replicó que estaba “cooperando plenamente” con la investigación del comité, pero rechazó algunas afirmaciones del Centro Simon Wiesenthal, con sede en Los Ángeles, que sacó a la luz en 2020 acusaciones de posibles cuentas vinculadas a los nazis en el segundo banco más grande de Suiza.
A pesar de los obstáculos, los informes del Defensor del Pueblo suizo y del equipo de investigación forense revelaron al menos 99 cuentas de altos funcionarios nazis en Alemania o miembros de grupos afiliados a los nazis en Argentina, la mayoría de las cuales no habían sido revelados previamente, dijo el comité.
Los informes «plantean nuevas preguntas sobre el apoyo potencial del banco a los nazis que huyeron de la justicia después de la Segunda Guerra Mundial a través de las llamadas Ratlines (caminos de ratas)», indicó el comité, refiriéndose a una red de rutas de escape utilizadas por los nazis después de la guerra. El comité agregó que Credit Suisse “se ha comprometido a continuar con su propia investigación sobre las preguntas que quedan sin respuesta”.
Credit Suisse inició la investigación interna después de que el Centro Simon Wiesenthal informara que tenía información de que el banco tenía posibles cuentas vinculadas a los nazis que no se habían revelado previamente, incluso durante una serie de investigaciones relacionadas con el Holocausto en la década de 1990.
A finales de esa década, los bancos suizos acordaron pagar unos 1250 millones de dólares a las víctimas nazis y sus familias, que habían acusado a esas instituciones financieras de robar, ocultar o enviar a los nazis cientos de millones de dólares en propiedades judías.
Los últimos hallazgos se producen poco después de que Credit Suisse, un pilar de la banca suiza cuyos orígenes datan de 1856, fuera rescatado, en una adquisición orquestada por el gobierno, por parte de su rival UBS.
La acción de emergencia del mes pasado se produjo tras años de caídas en el precio de las acciones, una serie de escándalos y la corrida de depositantes preocupados por el futuro de Credit Suisse, en medio de la agitación financiera mundial provocada por el colapso de dos bancos estadounidenses.
*Periodista.
Fuente: The Times of Israel.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.