Max Preschel*
E ntre el 26 y el 28 de marzo tuve la oportunidad de asistir, a título personal, a la Conferencia Política 2017 de AIPAC (American Israel Public Affairs Committee). AIPAC es la más grande de las organizaciones que se dedican al fomento de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, por medio del cabildeo o lobbying ante el Congreso y el Poder Ejecutivo. Tiene más de 100.000 miembros registrados y contribuyentes, unas 17 oficinas regionales, y un grupo de importantes donantes individuales.
En la década de 1970, AIPAC combatía el boicot de la Liga Árabe contra Israel. En la década pasada promovía la política de condicionar la suscripción de un tratado de libre comercio con EEUU por parte de cualquier país a que no boicoteara a Israel. Hoy en día, AIPAC se mantiene vigilante para reaccionar ante cualquier actividad a nivel mundial que pudiera considerarse como discriminatoria hacia Israel.
Anualmente, AIPAC celebra el Policy Conference (Conferencia Política), en la cual los delegados reciben información sobre los más recientes avances ocurridos en Israel en tecnología, educación, medicina, servicios sociales, etc., y se les ofrecen presentaciones de líderes estadounidenses e israelíes sobre la importancia de las relaciones entre los dos países. La conferencia culmina con visitas de los delegados a las oficinas de sus representantes o senadores en el Congreso, a fin de promover proyectos legislativos que fortalezcan los vínculos entre Israel y EEUU. El lema central de la conferencia de 2017 fue Many Voices, One Mission, “Muchas voces y una misma misión”: reforzar las relaciones entre Israel y EEUU.
Los delegados son líderes comunitarios, judíos y no judíos, de todo el espectro político estadounidense y de diferentes comunidades, como la latina y la afroamericana. Este año la conferencia contó con más de 18.000 participantes, entre ellos 7000 que asistían por primera vez y 4000 estudiantes universitarios. En uno u otro momento asistieron más de dos terceras partes de los miembros del Congreso estadounidense. Debido a la gran cantidad de delegados, el evento se celebró en el Walter E. Washington Convention Center y el Verizon Center, aparte de reuniones satélite en hoteles cercanos.
El formato de la conferencia fue el de sesiones generales durante las mañanas —a las cuales asistían todos los delegados—, y sesiones especializadas en las tardes, para los interesados en el tema específico de cada sesión. En mi caso asistí a una sesión sobre los proyectos de gas natural en Israel, otra sobre cómo tratar el tema de Israel en ambientes hostiles, una sobre las relaciones entre Israel y Latinoamérica, y la última sobre los diversos grupos terroristas islamistas y las peculiaridades de cada uno de ellos.
Las sesiones generales fueron verdaderos espectáculos mediáticos, con entrevistas a personajes de primer nivel de EEUU e Israel, presentaciones de líderes políticos de ambos países, y la promoción de los objetivos y actividades de AIPAC dirigidos a captar más miembros.
Entre las personalidades que se dirigieron al público en las sesiones generales estuvo el vicepresidente de EEUU Mike Pence, el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu (teleconferencia en vivo desde su despacho), el líder de la oposición Isaac Herzog, el ex primer ministro británico Tony Blair, el embajador de Israel en Washington Ron Dermer, el activista Alan Dershowitz, los líderes de los partidos Demócrata y Republicano en ambas cámaras del Congreso, la embajadora de EEUU ante las Naciones Unidas Nikki Haley, y un largo etcétera.
Durante el desarrollo del evento, los delegados recibieron información sobre los aspectos más actuales de las relaciones entre EEUU e Israel, y se los agrupó según los circuitos electorales a los cuales pertenecen, con el fin de prepararlos para las reuniones de cada grupo con su representante o senador.
La agenda de cabildeo de este año se enfocó en tres temas:
1. Enfrentar la agresividad de la República Islámica de Irán
A pesar de haber firmado el acuerdo internacional de 2015 sobre su programa nuclear, Irán ha incrementado sus esfuerzos para extender su influencia en el Medio Oriente y mundial, por medio del fomento y apoyo a organizaciones terroristas y subversivas que adscriben la ideología del Islam chiíta radical. Ha continuado con la opresión y violación masiva de los derechos humanos de sus propios ciudadanos, y ha acelerado el desarrollo de sus capacidades balísticas, que en un futuro harían posible que Irán ataque con armas nucleares a Israel, a otros países de la región del Medio Oriente, a Europa y al propio Estados Unidos.
AIPAC urge a los senadores a apoyar el Countering Iran’s Destabilizing Activities Act of 2017 (Ley para contrarrestar las actividades desestabilizadoras de Irán, S.722), y a los representantes en el Congreso a apoyar el Iran Ballistic Missile and International Sanctions Enforcement Act (Ley de aplicación de sanciones internacionales al programa de misiles balísticos de Irán, H.R. 198), legislaciones que incrementarían las sanciones contra las actividades desestabilizadoras de Irán, el desarrollo de sus capacidades balísticas, las trasferencias ilícitas de armamento a organizaciones terroristas y a los organismos, empresas y personas que apoyen y fomenten dichas actividades desestabilizadoras y armamentistas, así como sanciones contra las violaciones masivas por parte del régimen iraní de los derechos humanos de sus propios ciudadanos.
2. Apoyar la asistencia de seguridad a Israel y la ayuda estadounidense a otros países
En vista de las graves amenazas a su seguridad que enfrenta Israel por parte de una variedad creciente de enemigos que cada vez tienen acceso a armas más sofisticadas, como Hezbolá, ISIS, Hamás, diferentes grupos yijadistas en el Sinaí y el Golán, y la permanente amenaza iraní, Israel se ve obligado a dedicar cada vez más recursos al fortalecimiento de sus fuerzas armadas, mucho más que cualquier nación industrializada en relación a su PTB. Como parte de su política exterior, EEUU provee asistencia a Israel en el marco de un memorando de entendimiento firmado en 2016, que establece un desembolso de 38 millardos de dólares a lo largo de 10 años a partir de 2019, con el fin de que Israel pueda defenderse por sí mismo de estas amenazas, manteniendo su superioridad militar cualitativa.
AIPAC destaca que la seguridad de Israel es un imperativo moral de la política exterior de EEUU, que al defender a Israel EEUU fortalece los valores comunes de democracia, el imperio de la ley y los derechos humanos, que además mediante esta ayuda se favorece la adquisición por parte de Israel de equipos y armamento en EEUU, y se promueve el desarrollo conjunto de innovaciones tecnológicas, lo que en última instancia también beneficia los intereses propios de EEUU.
AIPAC promueve que el Congreso estadounidense apoye el paquete de asistencia de defensa a Israel y el desarrollo conjunto de sistemas de defensa, como por ejemplo los sistemas antimisiles.
AIPAC cabildea para que EEUU, en general, continúe con los programas de asistencia a otros países que contribuyan a reforzar la estabilidad y la democracia mundiales, prevengan la proliferación armamentista, las epidemias, las crisis humanitarias y la difusión de ideologías radicales.
3. Combatir la deslegitimación de Israel
Israel enfrenta una permanente campaña de críticas desproporcionadas en las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como por parte de activistas que buscan estigmatizarlo, deslegitimarlo y aislarlo. Estas campañas caen muchas veces en el franco antisemitismo.
Actualmente, AIPAC promueve en el Senado y la Cámara de Representantes dos leyes denominadas Israel Anti-Boycott Act (Ley contra el boicot a Israel), cuyos objetivos son establecer amplias sanciones en diversas instancias y contra la campaña mundial BDS. La esencia de las leyes promovidas es que los países, empresas y otras organizaciones que pretendan boicotear a Israel se vean a su vez perjudicadas en sus intereses económicos, al afectarse sus relaciones comerciales con Estados Unidos.
Con estos tres mensajes en sus agendas, los delegados de la Conferencia Política de AIPAC se reunieron el último día con numerosos representantes y senadores del Congreso de EEUU.
*Ingeniero Civil, M.Sc. in Jewish Studies, colaborador de la CAIV