U na empresa biotecnológica israelí ha desarrollado una terapia contra la radiación que el gobierno de Estados Unidos probablemente comience a almacenar el próximo año, y que es capaz de curar a casi todos los pacientes expuestos a incidentes radiológicos no convencionales, como las bombas “sucias” o ataques a plantas nucleares.
Pluristem Therapeutics, con sede en Haifa, creó esta terapia celular basada en la placenta, que puede inyectarse a quienes hayan estado expuestos a dosis letales de radiación. Las pruebas clínicas en animales han tenido hasta ahora una tasa de recuperación de cerca del 100%, según declaró el presidente ejecutivo de Pluristem, Yaky Yanay.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de ese país, inició estudios de la técnica en animales para evaluar la dosificación. Estas pruebas forman parte de un programa del Departamento de Seguridad Interior para proteger a la población en caso de catástrofes que impliquen radiactividad.
Tras definir “radiación letal” como la cantidad que mata al menos al 70% de la población expuesta, Yanay explica que dentro de las 48 horas de haber recibido las inyecciones de células placentarias, la producción de células sanguíneas por la médula ósea vuelve a sus niveles normales, y los animales se recuperan por completo de una elevada exposición a la radiación.
Los primeros experimentos se llevaron a cabo en el Centro Médico Universitario Hadassah en Jerusalén, y Yanay describió los resultados como “fenomenales”. “Estas inyecciones permitieron recuperarse a cerca del 100% de la población experimental, frente al 30% del grupo de animales que no las recibieron”, dice.
El gobierno de Estados Unidos solicitó a la compañía unirse al programa del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas diseñado para proteger a grandes poblaciones de incidentes catastróficos, incluyendo ataques nucleares terroristas, ataques a reactores nucleares o accidentes en plantas nucleares de energía. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha desarrollado también un programa de experimentos clínicos en animales, agregó Yanay, con el fin de obtener aprobación para el uso de la terapia en 2017. Durante el período de pruebas, Pluristem accedió a poner este antídoto inmediatamente a disposición de Estados Unidos si resultara necesario.
“No es necesario que exista compatibilidad de ADN en los pacientes. Puede inyectarse en el músculo fácilmente”, dice Yanay. “Como un ciudadano israelí orgulloso, puedo decir que Israel es nuestra primera prioridad. Estamos en conversaciones con las autoridades; deseamos proveer a nuestra población el nivel de protección que merece”.
Con información de The Jerusalem Post