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Con la participación de jóvenes mujeres artistas de la kehilá, quienes deleitaron al público con su voz, entonando canciones y plegarias
E l 4 de julio se celebró, por tercer año consecutivo, el festival de bailes Et Lirkod (Tiempo para danzar), organizado por el Colegio Sinaí, el cual involucró alumnas de los demás colegios comunitarios, así como también correligionarias madres y abuelas.
El escenario de la Unión israelita de Caracas sirvió de tarima para decenas de mujeres y niñas, conformando múltiples grupos que lucieron distintos atuendos, variadas canciones, bailes y cantos, expresando y maximizando la alegría de sus almas, dirigidas a un público femenino, dentro del marco de la Halajá judía.
Pequeñas y grandes tuvieron una ardua preparación y múltiples ensayos, además de haber elevado los ojos al cielo los días anteriores al evento, rezando para que, conociendo la situación que atraviesa el país, se pudiera efectuar esa tarde de esparcimiento, y que ellas y el público lograran, por un par de horas, evadir las noticias de la mente y sustituirlas por la esperanza y la alegría que solo la música y el rezo puede darle a nuestra alma.
El título del festival este año fue Kolot (Voces). Al inicio del evento la rabanit Carolina Aronovici de Garzón, organizadora principal del festival, explicó que el motivo de este nombre es que todas como individuos tenemos algo que decir, algo que aportar, algo que rezar: “Es momento de hacernos notar, de elevar nuestras más sinceras plegarias para que todas las situaciones que vivimos a diario en grupo como comunidad, a nivel personal como ciudadanas de este país, como judías del mundo, se resuelvan y se faciliten para nuestro bien”, afirmó.
Gracias al trabajo de muchas personas, como el director del Colegio Sinaí, rabino David Chocrón, Carolina Aronovici de Garzón, Tamar Zelikovich, Nina Cohén, entre otras, se vivió, una vez más, una tarde amena de aprendizaje con la oportunidad de involucrarse con la compañera que, por azar, les tocó en el asiento de al lado, con quien compartiría un par de palabras, emoción, risas y también lágrimas en unión y compañerismo.
El evento contó a su vez con la participación de jóvenes mujeres artistas de nuestra comunidad, quienes deleitaron al público con su voz, entonando canciones y plegarias.
Quiera Hashem que Et Lirkod sea escenario de muchos momentos de alegría, agradecimiento y unión para toda la comunidad, por muchos años más.
Esther Benayoun de Benhamou