T el Aviv recibió la distinción de “Recicladora del año”, al ponerse por delante de las demás ciudades de Israel en términos de reciclaje per capita en 2015.
El galardón, otorgado por la Corporación de Reciclaje ELA, se basó en la cantidad de botellas recicladas, que sumaron el equivalente a 53,5 litros por persona. Según la data de la compañía, esto representó un 2% de incremento sobre la cifra de 2014 y 15% más que en el año 2000.
ELA atribuye este logro a la colocación de contenedores anaranjados para reciclaje por toda la ciudad, específicamente para desechos de empaques. Actualmente, unos 48.000 hogares y edificios de apartamentos tienen estos contenedores, y unos 25.000 más dispondrán de ellos en el futuro cercano.
Durante el acto de reconocimiento, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, señaló que esta ciudad, en colaboración con otras, está invirtiendo cientos de millones de shékels para desarrollar “la más grande y avanzada instalación de reciclaje del Medio Oriente” en el antiguo relleno sanitario de Hiriya, que en los últimos años se ha trasformado en un parque. Agregó que se aspira a que esta instalación permita reciclar la mitad de todos los desechos de la región de Gush Dan (centro metropolitano del país).
Los esfuerzos de reciclaje están en primer plano en Israel después de que el Ministerio de Protección Ambiental anunciara, en días pasados, que invertirá mil millones de shékels para crear un “revolucionario” programa de reciclaje. Este plan busca garantizar que todas las ciudades israelíes, grandes y pequeñas, cuenten con servicios adecuados para disponer y reciclar los desechos; el objetivo es que el 35% de todos los residuos se reciclen en 2020.
El director general del Ministerio de Protección Ambiental, Israel Danziger, anunció que el programa incluirá incentivos económicos: los concejos municipales recibirán 316 shékels por cada tonelada reciclada adicional sobre la cifra del año anterior. También se construirán 46 instalaciones para seleccionar y tratar los desperdicios.
El plan busca mejorar también el servicio en las zonas árabes; al respecto, Danziger indicó que se invertirán 300 millones de shékels para “mejorar la calidad de vida y la salud de la comunidad árabe”, así como 100 millones para perfeccionar la recolección y el tratamiento de los residuos en esas zonas.
Fuente: The Jerusalem Post. Traducción y versión NMI.