Hace un tiempo, sectores que pretenden deslegitimar a Israel copan los medios con una serie de noticias falsas que difaman al Estado judío. Tales campañas son tan arduas que convencen a los que no conocen el tema, e incluso, estos ingenuos sirven de caja de resonancia de calumnias.
Entre las tantas falacias que se repiten está el maltrato a los niños palestinos, tal como culpaban a los judíos en el Medioevo. Por ejemplo: desde hace un par de semanas leemos en las redes, especialmente en cuentas manejadas por las representaciones diplomáticas palestinas en ciertos países, que los soldados israelíes se llevaron a un niño de 4 años para interrogarlo. No es cierto; las fuerzas policiales israelíes fueron recibidas en Issawiya, un barrio árabe de Jerusalén, con piedras lanzadas por niños, azuzados por sus familiares a sabiendas de que no les ocurriría nada. Los padres, responsables de esta conducta, fueron citados; uno de ellos quiso aprovechar la situación y mintió señalando que la citación era para su hijo; llevó al niño con la intención de reafirmar su patraña.
Hace unos días, un fanático judeófobo colocó en Facebook una foto de numerosos niños muertos; aseguró que los israelíes eran los criminales. En verdad, la imagen muestra el trágico resultado de un bombardeo con gases químicos perpetrado por las fuerzas de Assad, en agosto de 2013, sobre la ciudad de Duma. La perversidad de acusar a Israel usando fotos de las masacres de Assad ya ha sido cometida en varias oportunidades por un ex diputado y un poeta, ambos venezolanos.
A Israel lo incriminan con trampas, pero hay quienes usan la violencia y en el mundo no se oyen reclamos; así, las autoridades de la teocracia iraní constantemente corean que borrarán a Israel del mapa. Nasrala declara que Hezbolá tiene miles de misiles apuntando a cada rincón del territorio israelí. Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, paga sueldos a los terroristas que atacan a ciudadanos israelíes. Hamás, cuya carta fundacional promete la destrucción de Israel, dispara cientos de cohetes contra ciudades israelíes.
El radicalismo islámico y sectores palestinos crearon un espejismo que distorsiona la realidad en su lucha contra el Estado de Israel y el pueblo judío, lo cual tampoco traerá bienestar a los palestinos.