En homenaje al rabino Tzvi Kogan Z’L
Raquel Markus-Finckler
El rabino Tzvi Kogan, secuestrado en los Emiratos Árabes Unidos y asesinado por terroristas proiraníes
(Foto: chabad.org)
Como la hierba sobre la lava,
como la flor en el andén,
como las tunas en el desierto,
como un retoño en pleno invierno,
yo soy judío y resistiré.
Como el ave que nunca emigra,
como un lince que se agazapa,
como las lianas que se replican,
como un guerrero que no claudica,
yo soy judío y no callaré.
Y aquí seguimos… bailando en plazas,
cumpliendo el sueño,
pagando el precio,
rezando al cielo,
regando anhelos,
buscando perlas en los desiertos.
Seguimos cayendo, sangrando, muriendo…
Ayer fue mi padre.
Mañana, mi nieto.
La sangre fresca,
la herida abierta.
Es mi suplicio y tu diversión.
Es una partida que no termina,
en la que siempre perdiendo estoy
y en el camino pierdo la voz,
y en el camino me encuentro a Dios.
Y aquí seguimos…bailando en plazas,
cumpliendo el sueño,
pagando el precio,
rezando al cielo,
regando anhelos,
buscando perlas en los desiertos.
Triste destino,
dulce canción,
y esta utopía ya se acabó.
El video de este poema puede verse en
https://youtu.be/Hc0jt6lODLY?si=54vtu64hbb7EwgS_