Los padres de esos niños iban en camino a Éretz Israel después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los británicos capturaron los buques y los enviaron a Chipre*. Hasta ahora, 70 años después, no se dispone de una lista completa de sus nombres y demás detalles. “Mi hipótesis es que alguien decidió, por alguna razón, descartar esa lista”, dice Teutsch. “Quizá pensaron que no era importante, o tal vez nadie creyó que esos campos estarían en operación durante tanto tiempo, y por ello la documentación relevante no se conservó”.
En el trascurso de 30 meses, entre 1946 y 1949, unos 53.000 judíos que se dirigían a la Palestina británica en 40 barcos fueron deportados e internados en 12 campos en Chipre. Un 80% de ellos tenía entre 13 y 25 años de edad, y casi todos eran sobrevivientes de los campos de exterminio nazis.
Los archivos del Joint en Jerusalén llevan los registros de sus actividades para ayudar a los judíos de todo el mundo desde la creación de ese organismo, a principios del siglo pasado; pero solo algunos expedientes se relacionan con los judíos internados en Chipre. En 2010, un archivista que estaba catalogando las actividades del Joint en Chipre se percató de que no existía una lista completa de los bebés nacidos en esos campos; Teutsch decidió investigar el asunto, asumiendo que encontraría documentos que lo ayudarían a compilar esa lista.
Teutsch halló reportes enviados al Joint por el hospital militar británico de Chipre, donde se registraban los nacimientos ocurridos en los campos. “Los británicos enviaban listas semanales de nacimientos. Tenemos unos 20 de esos reportes, que incluyen aproximadamente 600 nombres”, indica.
Él decidió ampliar su investigación para localizar los demás nombres. Primero lo intentó en los Archivos Nacionales Británicos y en el Museo Imperial de la Guerra, pero en vano. Luego solicitó apoyo al Parlamento británico, para que el gobierno de ese país suministrara acceso a la información.
En ese momento, un bibliotecario de la Universidad de Southampton contactó a Teutsch y le dijo que había localizado una lista de nacimientos de los campos de Chipre compilada por un rabino local; contenía 400 nombres, algunos en hebreo, con sus fechas de nacimiento y la identificación de los padres. La mayoría no aparecían en las listas de que disponía Teutsch.
Luego, Teutsch descubrió otros documentos importantes en el Centro de la Herencia Nacional de Atlit, lugar donde estuvo ubicado un centro de detención de inmigrantes durante el Mandato británico, así como en los Archivos Centrales Sionistas en Jerusalén y en el Servicio de Rastreo de Alemania, operado por el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Solo entonces se le ocurrió revisar los Archivos Nacionales de Israel, localizados a 10 minutos de las oficinas del Joint en Jerusalén. Allí encontró 400 nombres adicionales, así como reportes de la policía británica. “Cuando los inmigrantes llegaban a Israel eran considerados ilegales, y la policía abría archivos sobre ellos antes de deportarlos. Es asombroso. Uno los abre y ve las fotos y huellas dactilares que les tomaron”, dice. En algunos casos, la sección sobre “marcas de identificación” incluía los números que tenían tatuados en el brazo los sobrevivientes del Holocausto.
Teutsch ha establecido contacto con varias decenas de “bebés de Chipre”, actualmente de unos 70 años de edad, y se ha reunido con varios de ellos. Todos están emocionados y tratan de ubicar sus certificados de nacimiento.
Una de esas personas, Zehavit Blumenfeld de la ciudad de Ramat Gan, había logrado hallar su certificado hace una década. Blumenfeld, quien es médico y atiende a pacientes de Chipre que buscan tratamiento en Israel, conoció a un chipriota que trabaja en el Ministerio del Interior de ese país, cuando lo atendió en el Centro Médico Sheba de Tel Hashomer. “Él me preguntó por qué yo ayudaba a los chipriotas, y le respondí que nací allá”, cuenta. El hombre la invitó a visitar el ministerio en Chipre, donde ella encontró su partida de nacimiento. “Me emocionó hasta las lágrimas. Allí estaban todos los detalles: el campo en el que nací, información sobre mis padres, el nombre de soltera de mi mamá”.
Los padres de Blumenfeld nacieron en Rumania; el barco en que viajaban a Palestina fue interceptado por los británicos, quienes lo llevaron a Chipre, donde desembarcaron el 1º de enero de 1948. Ella nació cuatro meses más tarde en el hospital militar británico. Cuando se estableció el Estado de Israel, finalmente pudieron inmigrar. “De niña yo no quería escuchar esa historia, pero ahora me quema los huesos. Al llegar a una edad avanzada, la identidad de las personas se vuelve muy importante para ellas y comienzan a buscarla de nuevo”.
Teutsch ha intercambiado correos electrónicos con los “bebés de Chipre” que localizó hasta ahora. Ya cuenta con 1700 nombres, y está tratando de ubicar unos 500 más. Él cree que la mayoría vive en Israel, pero algunos están en Estados Unidos y Europa. Los documentos que ha encontrado describen un período crítico en la historia de Israel que nadie se había molestado en revisar hasta ahora.
“Esas personas son la única conexión viva que tenemos con aquella época”, afirma. “Los soldados británicos ya no están desde hace tiempo, las cercas fueron removidas y los campos han desaparecido. Solo quedan ellos”.
Fuente: Haaretz (24 de agosto de 2012). Traducción y versión NMI.