Joe Biden ha elegido a la senadora Kamala Harris (demócrata por California) como su compañera de fórmula para las elecciones de noviembre. Es la primera mujer de color en ser designada para la candidatura presidencial de Estados Unidos por un partido importante.
Antecedentes: la senadora lideró brevemente a los contendientes presidenciales en las encuestas a mediados de 2019, cuando destacó en los debates, en parte al criticar a Biden por su historial de derechos civiles. Su franco feminismo y su estilo de fiscal contundente en el Comité Judicial del Senado le han ganado el apoyo de demócratas del estilo de Hillary Clinton y algunos progresistas, mientras que su experiencia como fiscal la ha hecho vulnerable a ataques de otros que están más a la izquierda.
Kamala Harris, de 55 años, es hija de padre jamaiquino y madre hindú de la etnia tamil
(Foto: Getty Images)
Sobre Israel: a pesar de su buena fe progresista, Harris es una acérrima liberal pro israelí que es más de AIPAC (el lobby pro-israelí “Comité Israelí-Estadounidense de Asuntos Públicos) que de J Street; de hecho, J Street nunca la ha respaldado, a pesar de que apoyan a más de la mitad de los demócratas del Senado. En 2019 ella rechazó afirmaciones de que estaba boicoteando a AIPAC, publicando una foto en la que aparecía con activistas de esa organización. Harris respalda la solución de dos Estados, y afirma que “no se puede imponer una resolución a este conflicto” a israelíes o palestinos. Sin embargo, Harris no solo habla: también copatrocinó una resolución del Senado a principios de 2017 que esencialmente reprendió a la administración Obama, por haber permitido que se aprobara una resolución del Consejo de Seguridad de Estados Unidos que condenó las políticas de asentamiento de Israel.
Ha roto algunos cristales: en 2014 contrajo matrimonio con el abogado judío Douglas Emhoff. Su cuenta de Twitter puede ser cursi al respecto, en el buen sentido.
Conexión con la alcancía azul: «Habiendo crecido en el Área de la Bahía [de San Francisco, California], recuerdo con cariño las alcancías del Fondo Nacional Judío (Keren Kayemet LeIsrael) que usábamos para recolectar donaciones para plantar árboles para Israel», dijo durante la conferencia de AIPAC en 2017. «Años después, cuando visité Israel por primera vez, vi los frutos de ese esfuerzo y del ingenio israelí, que realmente ha hecho florecer un desierto».
Como candidata a vicepresidenta: en el papel, Harris está muy alineada con Biden, quien también es un defensor centrista de Israel. Al elegirla, Biden podría descansar tranquilo en ese frente mientras gana algunos puntos con los progresistas que no están tan encantados con su récord.
Fuente: The New York Jewish Week.
Traducción y version NMI.