Desde abril de 2019, Israel no es solo uno de los pocos países que construye y lanza sus propios satélites de comunicaciones, estudio del clima e inteligencia militar; ahora ha entrado en el exclusivo club de las naciones que lanzan sondas de investigación más allá de la órbita de la Tierra.
Bereshit (Génesis) es un proyecto de la organización no gubernamental SpaceIL, originalmente concebido para participar en el concurso internacional Google X Prize, que otorgaría 30 millones de dólares a la primera empresa privada que lograra realizar un alunizaje controlado; fue el único entre los casi 20 participantes que logró materializarse, aunque el concurso fue declarado desierto en 2018. La misión contó con el apoyo de la Agencia Espacial de Israel y la firma Israel Aerospace Industries (IAI), y sobre todo de cientos de voluntarios.
La sonda, lanzada el 21 de febrero en un cohete de la compañía SpaceX desde Cabo Cañaveral, logró colocarse con precisión en órbita lunar el 4 de abril, y obtuvo imágenes espectaculares de nuestro satélite natural. Una falla de última hora en los sensores de altitud causó que el motor principal se detuviera demasiado pronto, a 10 kilómetros de la superficie, por lo cual la sonda no frenó debidamente su descenso y se estrelló en la superficie de la Luna.
Sin embargo, se trató de un triunfo de la tecnología y el ingenio de la Startup Nation, y ya se ha anunciado la construcción de Bereshit 2, que en pocos años volverá a hacer el intento de alunizar suavemente y llevar a cabo investigaciones científicas.
Esta es una galería de imágenes que quedan como registro gráfico de la primera sonda extraplanetaria de Israel. El legado de Bereshit en experiencia tecnológica y labor educativa será duradero.
A pesar de que no se logró un alunizaje suave, la fundación X Prize le otorgó a SpaceIL el premio Moonshot Award de un millón de dólares, por los éxitos alcanzados. Edwin “Buzz” Aldrin, uno de los astronautas que exploraron la Luna en la misión Apolo 11 en julio de 1969, escribió en Twitter: “Nunca pierdan la esperanza; su trabajo duro, labor en equipo e innovación nos inspira a todos”.
Redacción NMI. Imágenes: SpaceIL
Bereshit se tomó varias selfies en su trayectoria hacia la Luna, durante la cual recorrió cuatro órbitas elípticas en torno a la Tierra para acumular un total de 6,5 millones de kilómetros. Esta imagen, tomada a 37.600 kilómetros de la Tierra, fue la primera trasmitida por la sonda; muestra la ahora famosa placa “País pequeño, grandes sueños”, la frase en hebreo Am Israel Jai (“El pueblo de Israel vive”), así como los logos de IAI, SpaceIL y Google X Prize. Al fondo, el planeta Tierra exhibe los océanos Índico y Pacífico y el continente australiano.
En esta imagen posterior, tomada a 265.000 kilómetros de nuestro planeta y a dos tercios de la distancia a la Luna, la Tierra se ha reducido a un pequeño disco en el espacio.
Ya en órbita lunar, Bereshit trasmitió esta imagen, desde aproximadamente 500 kilómetros de distancia, de una parte del hemisferio opuesto de la Luna (mal llamado “cara oscura”), que se caracteriza por poseer más cráteres que el hemisferio visible desde la Tierra. Esta área se encontraba poco iluminada por el Sol en ese momento, pero recibía un reflejo de luz solar de la Tierra. Israel fue el séptimo país que logró colocar un objeto en órbita lunar.
La última imagen trasmitida por la sonda fue esta vista espectacular, desde unos 10 kilómetros de altura, de la región llamada Mare Serenitatis (“Mar de la Serenidad”). Allí estaba “saliendo” el Sol, por lo cual los cráteres y demás elementos topográficos arrojaban largas sombras. En ese momento Bereshit descendía verticalmente para posarse en la superficie.
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