Oro Jalfón*
¿Es realmente kasher la carne kasher?
La espantosa visión de animales muertos traídos por el mar hacia las playas de Israel ya se ha vuelto costumbre. A todo se acostumbra uno. Una mañana soleada, al acudir una familia a la playa, se encuentra en la orilla el cadáver putrefacto de una vaca, o de una oveja sin patas, o de un ternero tan pequeño que se confunde con un perro.
Son los animales destinados a alimentar a la población israelí. Todos sabemos de dónde vienen, sin que por ahora nadie haya podido cambiar gran cosa. Son los barcos de trasporte de ganado vivo. Vienen de Australia, en un largo y aterrador viaje en condiciones deplorables. Muchos animales se enferman o mueren y son arrojados al mar.
¿Sabían que, según la fundación israelí por la defensa de los animales Animals (anteriormente Anonymous por los derechos de los animales), en el año 2018 se importaron 685.000 animales vivos (entre ovejas, vacas, corderos y terneras) a Israel?
Keisar con su libro en Jerusalén
Sin querer, y sin necesidad de ser erudito en materia judaica, afluye a nuestra mente aquella prohibición de causar sufrimiento o estrés al animal. Si bien en Israel los movimientos de protección a los animales y en favor del veganismo se cree que tienen origen en la sociedad secular y “telavivense”, se está gestando un profundo cambio en la comunidad datí (religiosa), que se refleja en el rechazo cada vez más firme a consumir productos provenientes del mundo animal.
Revolucionando las convicciones del público ortodoxo
Sus conferencias conquistaron rápidamente YouTube. Tanto, que él mismo se asombra. Su sitio en internet en inglés cuenta con más de dos millones de visitas. Lo que comenzó como una toma de conciencia personal hace veinte años, se ha convertido en una vida dedicada a dictar conferencias por todo el país, de forma completamente gratuita y gracias a las donaciones que percibe su fundación. Va donde lo inviten —universidades, yeshivot, colegios tanto religiosos como seculares, empresas, etc. — para explicar que la tivonut (veganismo) es el ideal de vida judía, según la Torá y las fuentes rabínicas.
Asa Keisar nació en 1973 cerca de Petaj Tikva, en el seno de una familia yemenita observante del judaísmo en la cual todos eran vegetarianos. “Siendo niño, cuando mis amigos venían a casa, les era difícil comprender por qué no comíamos carne; yo respondía sencillamente que sentía compasión por los animales. Todos se asombraban. La mayoría creía que, desde el punto de vista del judaísmo, es una mitzvá comer carne”.
Después de servir en el ejército israelí, descubrió la tiranía hacia los animales que impera en la industria agroalimentaria: “Pude ver en videos cómo trituraban a los pollitos, cómo le cortaban el pico a las gallinas, cómo separaban a las vacas de sus pequeños terneros apenas recién nacidos; fue una impresión muy fuerte. Desde entonces, hace 6 años que soy vegano, junto a mi familia.”
Su libro Velifné iver hashalem ya se estudia en las yeshivot de Israel
Lifné haiver (“Ante el ciego”) es un precepto de la Torá, según el cual a quien no conoce o no sabe, y en consecuencia se comporta como un ciego, es nuestra obligación abrirle los ojos; de lo contrario, se dice que nosotros mismos lo cegamos.
Este libro, escrito por Keisar y editado en más de 25.000 ejemplares en hebreo, se basa enteramente en fuentes bíblicas: Torá, Neviím (libros de los profetas), el Talmud, la Mishná, los Escritos o última parte del Tanáj (Ketuvim), y los grandes eruditos de la ley judía (Gueonim, Rishonim y Ajaronim). El libro ha sido recientemente traducido al inglés y, al igual que la versión original en hebreo, se distribuye gratuitamente.
La obra está compuesta de cinco capítulos:
Además, tiene una sección de preguntas y respuestas.
Asa Keisar fundó la organización sin fines de lucro Lehatjelá, con el concepto de la forma de vida vegana como ideal judío. Según palabras del autor, “nuestra organización considera que el cometido del pueblo de Israel es ser luz para las naciones, y el nuestro está orientado a preservar toda la creación, tanto al hombre como al reino animal, vegetal e inanimado”.
*Ex directora de Nuevo Mundo Israelita.
Fuente: Aurora. Versión NMI.