La estructura helenística fue destruida por el ejército hasmoneo que reconquistaba la región del Imperio Seléucida, que había prohibido la práctica del Judaísmo
Marco Margaritoff*
Un equipo de arqueólogos acaba de excavar una fortaleza griega de 2100 años de antigüedad en el bosque de Lajish en Israel, y afirman que confirma aspectos de la historia del origen de Janucá.
Construido por el Imperio Seléucida helenístico en el siglo II a.e.c. para proteger la ciudad de Maresha, controlada por los griegos, la fortaleza no pudo detener la revuelta judía de los hasmoneos. Janucá conmemora la victoria final hasmonea sobre los seléucidas griegos y el dominio helenístico.
El sitio de excavación arrojó numerosos artefactos, incluyendo hondas, armas de hierro, fragmentos de cerámica, vigas de madera quemadas y docenas de monedas fechadas. La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) indica que estos restos sirven como evidencia de la derrota de los soldados griegos a manos de los guerreros judíos.
La fortaleza helenística que protegía a la ciudad de Maresha, pero sucumbió ante un ataque hasmoneo hacia el año 122 a.e.c.
«El sitio de excavación proporciona evidencia tangible de la historia de Janucá», afirmaron los jefes de excavación en un comunicado. “Parece que hemos descubierto un edificio que formaba parte de una línea fortificada, erigida por los comandantes del ejército helenístico para proteger la gran ciudad de Maresha de una ofensiva hasmonea. Sin embargo, los hallazgos muestran que las defensas seléucidas no tuvieron éxito; el edificio excavado resultó muy quemado y devastado».
La AAI señala, asimismo, que las monedas encontradas en el sitio indican que el incendio ocurrió en el año 112 a.e.c.
La dinastía hasmonea fue fundada por guerreros judíos llamados Macabeos. Según el antiguo Libro de los Macabeos, durante su revuelta contra los seléucidas retomaron el templo de Jerusalén y encendieron su menorá con aceite que solo,alcanzaba para un día, pero ardió milagrosamente durante ocho días.
Piezas de cerámica, algunas de las cuales se conservaron intactas
«Las historias de los Macabeos están cobrando vida ante nuestros ojos, y esta es la parte más fascinante del trabajo de la Autoridad de Antigüedades de Israel, pues arqueólogos dedicados y trabajadores dan vida a los anales históricos de las personas que pasaron por esta tierra», dijo el director de la AAI, Eli Eskozido.
Según Heritage Daily, los hasmoneos gobernaron Judea y las regiones vecinas. Tomaron el título de basileus («rey»), y algunos eruditos postulan que el suyo era un reino independiente de Israel. Pero la lucha comenzó cuando el rey griego Antíoco IV del Imperio Seléucida lanzó decretos antijudíos; los hasmoneos atacaron y se expandieron hacia el sur.
En cuanto al ataque de la fortaleza recién excavada, los expertos estiman que fue lanzado por el líder hasmoneo Juan Hircano hacia fines del siglo II a.e.c.
La IAA informó que se recuperaron innumerables artefactos de la «capa de destrucción masiva» del fuerte. «Según los hallazgos y las monedas, la destrucción del edificio se puede atribuir a la conquista de la región de Idumea por Juan Hircano alrededor del año 112 a.e.c.»
Desenterrado en lo alto de una colina que una vez dominaba la carretera principal de Maresha a lo largo del arroyo Nahal Lajish, los cimientos del fuerte medían 15 metros cuadrados. Sus muros tenían tres metros de espesor, casi cinco de altura, y estaban compuestos por grandes piedras dispuestas en una pendiente para evitar que fueran escaladas.
El fuerte estaba dividido en siete habitaciones y tenía una escalera a un segundo piso, que no se conservó. Esa parte superior fue construida con miles de piedras que los arqueólogos tuvieron que retirar para llegar al fondo. Fue allí, en la «capa de destrucción», donde yacían los artefactos.
Fragmento de arma de hierro hallado entre los escombros
Sepultados bajo una capa de medio metro había cientos de artículos, desde armamento antiguo hasta vigas de madera con evidencia de fuego. El director de la excavación, Ahinoam Montagu, explica que el techo probablemente se derrumbó antes que las paredes, y que el resto del edificio probablemente se desplomó sobre el techo. «Conocemos las historias de los judíos contra los griegos, y esta es solo la prueba de que eso sucedió», dice Montagu.
Como parte de un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco, los restos de Maresha continúan siendo analizados y protegidos. El equipo de investigación indica que esta última excavación es una gran oportunidad para explorar la historia religiosa antigua, y que el sitio finalmente se abrirá al público.
Para el director de la IAA, Eli Eskozido, la excavación no podría haber llegado en un momento más profético. «En unos días celebraremos Janucá, cuyo tema central es la derrota de los helenistas por los hasmoneos, lo que llevó al establecimiento de una entidad judía soberana e independiente».
*Periodista.
Fuente: allthatsinteresting.com.
Traducción NMI.
Fotos: Autoridad de Antigüedades de Israel.