Miriam Harrar de Bierman*
El 9 de Junio de 1980 se fundó en Caracas el Centro de Estudios Sefardíes de Caracas de la Asociación Israelita de Venezuela, concebido con el propósito de dedicarse al rescate, investigación, difusión y salvaguarda del acervo cultural sefardí, tanto en Venezuela como en los demás países del Caribe y del Centro y Suramérica.
El CESC fue creado por el Dr. Moisés Garzón, judío venezolano de origen marroquí, quien con el apoyo de la AIV había fundado en 1970 la revista Maguén/Escudo, de amplia difusión nacional e internacional.
El primer presidente del CESC fue el ingeniero Jacob Carciente, profesor de profesores, quien supo destinar un espacio de su carrera profesional para difundir la historia de la comunidad judía venezolana y trabajar por su cultura. A él le sucedió Moisés Garzón, trabajador incansable, y después asumió la presidencia el Dr. Abraham Levy Benshimol, seguido de nuestro querido amigo Amram Cohen Pariente (Z’L).
Abraham Levy no necesita presentación; es un líder de líderes, que compaginó su amada carrera universitaria con numerosos cargos comunitarios. Digno representante internacional de nuestra comunidad, Amram Cohen, quien lamentablemente ya no está no entre nosotros, estudioso, agradable, ameno y culto caballero sefardí, amigo entrañable, dejó una huella imborrable en nuestra institución.
A partir de año 2010, quien esto escribe asumió la presidencia de la institución, convencida desde el primer momento de la responsabilidad que significa ocupar el lugar de tan prestigiosos antecesores.
Quisiera detenerme un momento para hablar sobre nuestros ex presidentes. Su trayectoria se refleja en todas las actividades que el CESC ha desplegado durante estos años. Nuestra página web es un buen lugar para observar cuánto trabajo, charlas, concursos literarios, libros publicados, cátedras en universidades, conciertos, seminarios nacionales e internacionales, tertulias y muchas otras actividades ha desarrollado la institución. Me quiero referir a todos ellos como personas que dedicaron su vida a su comunidad. Ellos son los artífices, junto con otros, de haber creado una comunidad modelo, unas estructuras y una manera de pensar solidarias que son ejemplo para el mundo.
Nuestros ex presidentes compartieron su vida familiar y profesional con la dedicación al «otro» del que habla Emmanuel Levinas: el «otro» que es mi semejante, que es mi responsabilidad, y que velar por él me permite constituirme como humano. Me permite Ser.
La comunidad judía venezolana disminuye en número año tras año. Las razones son conocidas por todos. En esa nueva diáspora, cada judío venezolano lleva con él su comunidad a cuestas, replica las estructuras de solidaridad, amor por la cultura y dedicación al otro, y hoy podemos ver en muchas partes cómo nuestras instituciones sirven de base para comunidades mucho más jóvenes que la nuestra.
En Venezuela, el CESC es un ente activo con presencia destacada en ámbitos culturales sin distingo alguno. Nuestros seminarios, cursos, conferencias, están abiertos en forma gratuita a todos y cada uno de los que deseen participar. En nuestra sede de Maripérez, decenas de investigadores acuden a la Biblioteca para consultar nuestros libros. El CESC pública desde hace décadas obras relacionadas con nuestra cultura, y en varias librerías de Caracas tenemos un “Rincón Judío” con muchas de nuestras publicaciones.
El CESC y el Museo Sefardí de Caracas Mortis E. Curiel, presidido hoy por el Dr. Abraham Levy Benshimol, son los brazos culturales de la Asociación Israelita de Venezuela, institución que agrupa a los judíos de origen español en Venezuela. Este año, la AIV cumple 90 años de fundada. Su actual presidente es Edgar Benaim, una persona joven y capaz que vela día a día por el bienestar comunitario. La AIV es una de las asociaciones de judíos sefardíes más antiguas del continente latinoamericano.
Para culminar, quisiera hablar de la Junta Directiva del CESC. Hombres y mujeres profesionales que trabajan ad honorem por su pueblo. Son ellos quienes permiten que el CESC, 40 años después, siga su labor. A ellos, los que están y a los que por variadas causas ya no nos acompañan, mi agradecimiento eterno por su enriquecedora amistad y su valioso compromiso de personas de bien.
*Presidenta del CESC.