E l 29 de noviembre, el Instituto Cultural Venezolano-Israelí conmemoró, como todos los años, un aniversario más de la aprobación, por parte de la Asamblea General de la ONU, de la resolución 181 que decidió la partición de Palestina entre un Estado judío y uno árabe, en 1947.
Dio inicio al Acto Recordatorio Elieser Rotkopf, quien dentro de la comunidad judía venezolana, iberoamericana y mundial no necesita presentación por su ejemplo, cultura y dedicación. Dio, especialmente, la bienvenida a María Antonia Polanco y July Carbonell, compañeras de vida de dos destacados ex presidentes del ICVI, Tomás Polanco Alcántara y Luis Manuel Carbonell.
Recordó Rotkopf que en esa fecha “surge una brillante luz y un legendario sueño, que ilumina un nuevo espíritu del devenir judío con 33 votos a favor, 13 en contra, 10 abstenciones y el retiro de Tailandia, donde se impuso el concepto más sagrado del hombre: la libertad”.
Destacó que tras la famosa Declaración Balfour de 1917, con la promesa de un Hogar Nacional Judío, surgieron 18 Estados árabes; y recordó que Venezuela, bajo la presidencia de Rómulo Gallegos y con Andrés Eloy Blanco como canciller, respaldó la histórica votación de 1947.
La Resolución del 29 de noviembre es la mejor demostración de que hay espacio para la conciencia y la esperanza, y que los bárbaros e inhumanos, como los fascistas, pueden ser “derrotados y aniquilados”, enfatizó. “En este 69 aniversario de la partición prendemos nuevamente la antorcha de la vida, de la paz y la armonía entre los seres humanos, siendo nuestro mayor anhelo que se reanuden las que fueron amigables relaciones diplomáticas entre Venezuela e Israel”, finalizó Rotkopf.
Las otras “particiones” de Palestina
Elieser Rotkopf recordó en su discurso que el 2 de noviembre de 1917, Lord Balfour manifestó el apoyo del Imperio Británico a la creación de un Hogar Nacional para el pueblo judío en Palestina, que entonces abarcaba 119.000 km2. Pero en 1922 el gobierno británico fragmentó Palestina, otorgándole 91.000 km2 al rey Abdala para crear Transjordania, y “como si fuera san Nicolás”, entregó otros 3000 km2 a Egipto, 10.000 km2 a Siria y 1000 más al Líbano. Así, quedaron para los judíos tan solo unos 14.400 km2 de Palestina, de los cuales 9600 km2 correspondían al desierto del Néguev.
Correspondió a Arnoldo José Gabaldón, integrante de la junta directiva del ICVI, ser el orador de orden del acto. Gabaldón enumeró las enseñanzas aprendidas de Israel que, en sus palabras, “la Venezuela futura debe poner en práctica”.
“Muchos de los logros alcanzados por el pueblo judío en la construcción de Israel merecen ser imitados en nuestro país, en tiempos en que todo luce oscuro, porque debemos tener paradigmas donde posar nuestra mirada para solicitar la cooperación desinteresada y recuperar la esperanza. Y así comparar lo que puede alcanzarse, cuando se trabaja con objetivos nacionales claros”, expresó.
“La disciplina social es esencial, también entendida como la solidaridad interpersonal, que genera un conglomerado con sentido de pertenencia y facilita llegar a los consensos necesarios para alcanzar objetivos comunes.
“Una economía bien manejada, aquella que crea bienestar de forma sostenida para la mayoría de la población. En Israel ha prevalecido una economía social de mercado con aceptables tasas de crecimiento, baja inflación, desempleo más o menos controlado, balanza externa equilibrada, alta inversión extranjera y deuda pública decreciente.
“Justicia social por convicción. Israel cuenta con una sociedad altamente participativa y democrática. De aquí que exista una preocupación muy elevada por la cobertura y calidad de los servicios de educación y salud: esa es la esencia de la justicia social.
“La democracia en acción. El país surgió desde su independencia como una nación democrática, lo que dice mucho de sus líderes fundacionales. Pero es más admirable aún que ese sistema haya perdurado durante las más cruentas guerras. La amenaza permanente a que ha estado sometido por sus vecinos, no ha sido excusa para declarar estados de emergencia, cuyo propósito es atentar contra los derechos humanos de la población. Israel ocupa el puesto 36 en la lista de las mejores democracias del mundo según The Economist.
Ponentes homenajeados por el ICVI
Durante el acto se otorgaron diplomas del Keren Kayemet LeIsrael, que representan árboles sembrados en el Bosque Rómulo Gallegos de Jerusalén, a quienes han dictado conferencias en el ámbito del instituto:
Asdrúbal Aguiar, Milos Alcalay, Luis Daniel Álvarez, Dany Bahar, Leonardo Buniak, Froilán Barrios, Andrés Eloy Blanco Iturbe, Elías Farache, Arnoldo José Gabaldón, Sadio Garavini, José Guerra, Efraín Lapscher, Daniel Lara, Jorge Menéndez, Guillermo Miguelena, Víctor Mijares, Alberto Moryusef, Mario Nassí, Jesús Ollarves, Luis Ugalde s.j., Julio César Pineda, Clariandys Rivera, Sami Rozenbaum, Adolfo Salgueiro, Delsa Solórzano, José Toro Hardy, Daniel Varnagy y Verónica Zubillaga.
“Desarrollo científico y tecnológico. Un país pobre en recursos naturales ha de otorgarle suma importancia al cultivo del talento. A la inversión en investigación y desarrollo le corresponde un porcentaje que está entre los más altos del globo. Eso le ha permitido a Israel desarrollar una agricultura e industria basadas en alta tecnología. Israel registra más de 130 ingenieros y científicos por 100.000 habitantes, cifra superior a las de EEUU, Japón y Alemania. Cuenta con un sistema de universidades e institutos de investigación entre los mejores del orbe, y su pequeño territorio se ha convertido en asiento de centenares de empresas de alta tecnología, y para el emprendimiento con una cifra alta de patentes registrada por habitante. También posee un número elevado de premios Nobel.
“Cuido del ambiente y de los recursos hídricos. No es un pequeño logro hacer florecer el desierto. Producto de mi experiencia como ingeniero en recursos hídricos, puedo decir que el progreso alcanzado por Israel en la administración de sus aguas y sus suelos representa la experiencia más acabada que ha tenido la especie humana en la administración de su capital natural. En Venezuela presentamos la paradoja de ser un país muy rico en cantidad de agua por habitante, pero la población sufre de escasez para satisfacer los requerimientos domésticos elementales”.
Para finalizar, Gabaldón expresó: “El recuerdo permanente de esa larga gesta de Israel ha de servir para templar el reblandecido y dispendioso carácter nacional, que nos ha generado la mentalidad rentista petrolera. Cuando restablezcamos la democracia, tenemos que hacerlo con mayor fortaleza humana, procurando aplicar un acertado criterio para que nunca más suframos el retroceso tan grave que en todos los órdenes ha sufrido nuestra aporreada Venezuela”.
Cerró el acto el presidente del ICVI, Freddy Malpica, quien entregó reconocimientos a los ponentes de los diversos foros realizados por el instituto durante 2016, así como al comité de jóvenes universitarios que trabaja en la promoción. Malpica agradeció a quienes han hecho posible que el ICVI cumpla con su misión de dar a conocer la realidad de Israel.
El acto finalizó con un recital de música judía y venezolana, en la voz del tenor Pedro Stern, con Alberto Pilo en el teclado y Marius Podarean en el violín, tras lo cual los amigos del Instituto Cultural Venezolano-Israelí, que este año cumplió 60 años de fructífera labor, compartieron un sencillo brindis.
María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Daniel Varnagy
1 Comment
fue una hermosa noche de conmemoración shalom!!